¿Si criticas a los políticos de hoy estás defendiendo a los políticos del pasado? 

 

No, estás buscando un mejor futuro y sabes bien que dejar que los políticos hagan lo que quieran no es saludable en ningún país, con ningún pretexto. No caigas en estos falsos argumentos. 

Todos sabemos que desde hace muchos años, la mayoría de los mexicanos desconfiamos y con razón, de nuestros políticos y no queremos un gobierno todopoderoso. Por el contrario, buscamos una sociedad fuerte que vigile, controle y limite el poder del gobierno. 

Si renuncias a la crítica estás cediendo tu poder personal y una vez más, otorgándoselo a los políticos sin ninguna condición, sin ninguna vigilancia, sin ningún contrapeso. 

No caigas en el juego de defender políticos, la mayoría no piensa en ti, salvo cuando necesitan tu voto, cuando les exiges cuentas y cuando pierden su popularidad. 

Deja de pelearte con otros ciudadanos, eso es justamente lo que los políticos pretenden: que no voltees a verlos, que no los cuestiones, que no los pongas a prueba, que puedan hacer lo que les viene en gana para enriquecerse o para eternizarse en el poder. 

Quizá no concuerdes con otros ciudadanos en la manera de resolver los retos de México, pero todos los mexicanos coincidimos en lo fundamental: Requerimos más seguridad, menos corrupción, mejor economía y mayor desarrollo social. 

Todos coincidimos en la necesidad de un gobierno que esté a la altura de nuestras necesidades y expectativas, que haga bien su chamba y si no puede hacerla, pues que no nos estorbe. 

Todos estamos hartos de los "compadres y amigos" que se benefician del poder. 

La mayoría coincidimos en que nuestras libertades y derechos personales son el ingrediente principal de la receta porque ningún sistema político-social puede desarrollarse si no hay libertad para el individuo, para la familia y para la sociedad en general. 

Los sistemas políticos que limitan la libertad de los individuos terminan mal. No hay ninguna justificación para darle más poder a los políticos. No se te olvide que todos ellos viven de lo que tú trabajas, son tus empleados, no tus jefes; deben trabajar para ti, no tú para ellos. Pero si tú no los vigilas, nadie lo hace. 

No creo que estés buscando que un político te diga qué religión profesar, cómo educar a tus hijos, en qué trabajar, forzarte a hacer lo que ellos quieren o a encarcelarte porque no piensas como ellos. 

México ha tenido una larga lucha por acotar el poder de los políticos y darle libertad y calidad de vida a sus habitantes, esa lucha continúa, es permanente y es tuya, no de los políticos. 

Venimos de épocas muy oscuras en donde solo había un partido político y en donde el poder del Presidente era absoluto. No volvamos a eso, ya lo vivimos, no fue saludable. No es saludable. Nunca lo será. 

 

 

México está harto de la corrupción, la inseguridad, la ineptitud y perversidad de sus políticos. No te dejes engañar por esos ciudadanos que quieren acallarte y te exigen sumisión a algún partido o político en turno. No tienen ningún derecho de hacerlo. Si ellos, por interés o por confusión quieren hacerlo, están en su derecho, pero no permitas que por ningún motivo te callen o te agredan. 

Tu capacidad de análisis y de crítica son fundamentales para construir un mejor futuro para ti y para tu familia. Cuestiona siempre. 

Todos queremos un mejor país pero no caigas en el juego de que para lograrlo necesitas ceder tu poder personal a los políticos o a los burócratas. Son ideas muy perversas que a los únicos que benefician son a los políticos, a los actuales y a los próximos. 

Recuerda: tu libertad y la de tu familia son indispensables para el desarrollo de México. No la entregues a nadie. Ejércela con alegría y con firmeza. Si tú no la defiendes, nadie más lo hará. Tus hijos te lo agradecerán. Defiende tus derechos, vigila a los políticos y nunca, nunca cedas tu poder personal. 

Se entrega el voto, no la cabeza. 

 

Santiago Roel RSemáforo Delictivo