El macanazo fue de Biden
Atrapar capos no es atrapar el negocio. El mercado negro de drogas continúa. Las organizaciones se reacomodan, surgen nuevos líderes. No bajarán los homicidios en México, la corrupción del sistema, la oferta de drogas, ni las muertes por sobredosis en los EUA.
En el 2021, en Sinaloa, el homicidio bajó 21% y en el 2022, un 22%. En México, aunque seguimos teniendo una de las tasas más altas del mundo, el homicidio bajó un 7% en el 2022. Habrá que observar qué sucede con este indicador en Sinaloa y en el país.
Los homicidios en México se triplicaron cuando Calderón enfatizó la guerra contra el narco y empezó a atrapar capos. Se atomizaron los grupos y se desató una guerra entre ellos.
La tasa empezó a bajar al final de su sexenio (aunque nunca logró llegar a la del 2008, previa al inicio de la guerra, la más baja de nuestra historia) y en los primeros años del sexenio de Peña Nieto continuó descendiendo, pero volvió a subir a partir de la captura de El Chapo.
Quizá el precio del fentanilo pueda subir temporalmente unos cuantos meses en los EUA pero eso no bajará el consumo. La demanda es inelástica. Todos lo saben.
Cuando se atrapa la cabeza de un cartel, la violencia y la corrupción generalmente se incrementan porque se rompe el orden establecido. Se dividen los grupos, se pelean los liderazgos, se incrementa la guerra.
Si atrapar capos solo es un golpe mediático ¿a quien le sirve?
A la DEA, a los presidentes de los EUA, a veces, a las fuerzas armadas, ocasionalmente, a los políticos mexicanos. Todos pretenden llevar agua a su molino cuando atrapan a un capo aunque no sirva de nada.
AMLO candidato había prometido regular las drogas como estrategia de reducción de daños. Era una buena promesa aunque no la entendía bien. No se hizo nada, ni siquiera con la marihuana. La 4T se ha comportado como un gobierno conservador en este y muchos otros temas.
La estrategia de “abrazos, no balazos” es un lema sin sentido porque no se acompañó de una regulación de drogas. En lugar de ello, se convirtió en una aparente alianza de la 4T con el crimen organizado para ganar elecciones y en una justificación para la militarización del país. Muy peligroso.
El mercado negro debilita el Estado de derecho, la militarización, también. Por eso es importante regular las drogas, pero parece ser que a nadie en el poder le interesa fortalecer el Estado de derecho en México. Mucho menos a un gobierno populista.
Atrapar a Ovidio contradice lo dicho y hecho por AMLO. No es una decisión lógica ni congruente para él. Justificarla le será muy difícil. Especialmente porque se trata de Ovidio.
Hipótesis: AMLO fue forzado por los EUA a tomar esa decisión y probablemente no estaba ni enterado. La decisión la tomó alguien más en los EUA y en México. El mayor aliado de los EUA en esto siempre ha sido la Marina.
Entonces, el golpe no solo es mediático, es real y es contra AMLO y quizá, contra miembros de las fuerzas armadas que han protegido al crimen organizado. El golpe lo dio Biden y fue acompañado de otro golpe, el migratorio.
Migración y drogas son temas de siempre que los EUA le imponen a México. Esto le sirve a Biden y a los demócratas y debilita a AMLO y por ello, puede traer réplicas que ayudan en otros temas como la sociedad comercial entre ambos países y en el democrático o cuando menos, en la transferencia pacífica del poder en México en el 2024.
¿Podrá negociar algo a cambio AMLO? Fuera del aterrizaje del Air Force One en el AIFA, no sabemos. Lo norteamericanos saben jugar “hardball” y lo acaban de demostrar con contundencia. Aterrizar en el AIFA demuestra su gran sentido del humor. Te gano el juego y la serie pero acepto celebrar en tu casa. Yo también me estoy riendo.
Falta mucha información que ya iremos observando en las próximas semanas pero por lo pronto, el “macanazo” no fue de AMLO, fue de Biden. Grandes ligas contra ligas menores.
Santiago Roel R.