Plata y plomo afectan a cualquier sistema de gobierno y a la sociedad entera. Aquí, en China y en los EUA.
Si en México el mercado negro ha matado o comprado a altos funcionarios e incluso a miembros del ejército (y no estoy prejuzgando al general Cienfuegos pues hablo en términos generales), en los EUA el tráfico de drogas ha sido tolerado y hasta promovido por la DEA y por la CIA por diferentes motivos, por no hablar de las corrupciones de los agentes fronterizos o de las policías locales.
Plata y plomo son el producto del mercado negro de drogas. Así opera. El mercado negro promueve la violencia y la corrupción de alto impacto, y tiene suficiente dinero y armamento para lograrlo. El mercado negro siempre opera con la complicidad y protección de funcionarios, no hay excepción, no hay manera de hacerlo sin ello.
Las “drogas” (sustancias psicoactivas) pueden ser dañinas pero el mercado negro es mucho más dañino y es producto directo de la prohibición. La prohibición no reduce oferta ni consumo de drogas; no reduce riesgo en las sustancias, y sí genera un colapso del Estado de Derecho.
La única solución es económica y se llama regulación de drogas. Si se regulan el mercado negro desaparece o se reduce a su mínima expresión. Sin prohibición no hay mercado negro y no hay mafias. Sé que el ciudadano común y corriente no entiende esto, pero los altos mandos, de cualquier gobierno, lo saben. No es estupidez, es perversión.
La DEA lo sabe pero insiste en la prohibición a sabiendas de que eso no resuelve nada y sí complica todo, sobretodo a países como el nuestro con instituciones débiles. La postura de la DEA también perjudica a los norteamericanos pues en lugar de atender el problema de fondo y darle una salida racional y humana, prefieren la muerte de más de 70 mil al año. Allá mueren por sobredosis de drogas, aquí por sobredosis de plomo.
La corrupción es de fondo, es de la DEA, para asegurar su presupuesto y su razón de ser, para tener un chivo expiatorio como México, un motivo de intervención en la política de otros países e intromisión en la libertad de sus propios ciudadanos.
Al general Cienfuegos lo liberaron los altos mandos del ejército mexicano con un simple argumento “o le levantan cargos o hasta aquí llegó la cooperación con la DEA”. Un argumento muy poderoso porque sin un aliado como el ejército mexicano se le acabó el juego a la DEA.
Pero yo voy más de fondo. ¿Y por qué no terminar el juego de raíz, con beneficios para México y no sólo para el ejército mexicano? ¿Por qué no regular las drogas en México y salirnos de este juego perverso que la DEA le impone a México y al mundo entero? ¿No sería eso mucho más provechoso y más lógico? ¿A quién beneficia seguir con esta mentira de la prohibición?
Hacer preguntas de fondo en este tema es muy interesante porque nunca hay respuestas lógicas y cuando no las hay, siempre hay un interés supremo, muy oscuro, muy turbio y muy personal.
Entonces, ¿se libera al General Cienfuegos para que todo siga igual? ¿A quién le conviene, que todo siga igual? ¿ A la DEA, a la CIA, a los narcos y a los narco-políticos?
¿Y al ejército mexicano? ¿Realmente le conviene que todo siga igual? O mejor dicho ¿a los altos mandos del ejército, les conviene que todo siga igual?
Nota final: Parece que finalmente se va a regular el cannabis en México. Me temo que como siempre, se va a hacer mal. No toman en cuenta la experiencia de otros países y no tienen claro que el principal objetivo de la regulación es eliminar al mercado negro, si no se logra eso, no sirve de nada.
Tampoco entienden que no sólo se trata de regular el cannabis, sino cualquier droga que tenga mercado negro en México.
Santiago Roel R