1. No votaron menos por Trump, votaron más por Biden.

 

2. No votaron menos por los republicanos. Los republicanos obtuvieron buenos resultados en sus estados. No hubo ningún cambio de republicano a demócrata en las legislaturas locales ni tampoco se perdió el equilibrio del poder en el legislativo federal. 

 

3. El voto por correo definitivamente ayudó a subir la votación de manera significativa. Uno de los beneficios del Covid.

 

4. No hay evidencia de fraude en ningún distrito, el equipo legal de campaña de Trump va a batallar mucho en armar algún caso que pueda cambiar el resultado en algún estado. No hay manera.

Los republicanos moderados tendrán que ponderar el costo político de no reconocer la derrota presidencial.

 

5. Falta tiempo para que sea oficial el triunfo y para el cambio de mando. Pueden venir muchas sorpresas negativas por Trump. No cambiará el resultado de la elección pero puede hacer mucho daño.

 

6. EUA se puede dividir aun más. Biden tendrá una ardua tarea de pacificar al país. Tiene el carácter y la experiencia para hacerlo, pero los republicanos moderados tienen que cooperar en ello. Las rivalidades no son enemistades.

 

7. La gente se burla del sistema electoral de los EUA pero fuera de que quizá deba evolucionar a reconocer la mayoría del voto popular y no el del Colegio Electoral, el sistema es muy interesante.

Es un sistema descentralizado y distribuido que se organiza de abajo hacia arriba. Cada condado y cada Estado es responsable de la elección. Cada estado tiene un sistema diferente. Y además, cuentan con un sistema judicial efectivo e independiente. Es un sistema anti-fragil: hace pruebas a nivel local con libertad y no corre riesgo de un fraude generalizado. 

 

8. Es admirable la consciencia cívica de la mayoría del electorado y de los ciudadanos que trabajan en el sistema. Un aplauso.

 

9. Muy bien los medios de comunicación. Han dado una lección de buen periodismo.

 

10. Puede haber revueltas sociales, una parte de la población está atemorizada y enojada, y otra parte, francamente está radicalizada. Todos estos días sin indicadores de violencia, sin embargo, son muy positivos.

Ojalá los republicanos retornen más al centro y se distancien del extremismo del Tea Party. Trump es un efecto no la causa original. Sí, ya en el puesto ha sido un catalizador, pero no es la causa original.

La filosofía republicana es muy interesante pues destaca la fuerza del individuo y de la comunidad por encima de la del gobierno y el estado. Algo que en latinoamérica aun no entendemos. 

 

Los problemas continuarán. El cambio de partido y de líder, más moderado y sensato, es solo un respiro.

 

Los problemas subyacentes que derivaron en populismo no se van a resolver con la elección:

- Salvo raras excepciones, Estados Unidos ya no tiene un futuro industrial, por ahí seguirá el desempleo estructural.

- La población seguirá cambiando de color y eventualmente dejarán de ser un país con mayoría blanca.

- Muchos estados tienen que encontrar una nueva vocación económica y eso no es fácil.

- Muchos no se sienten representados por los partidos, eso es lo que aprovechan los populistas. 

- Estudiar mucho y trabajar duro ya no es garantía de éxito y bienestar económico. 

- Los norteamericanos pagan muchos impuestos que se van a lo militar en lugar de invertir en infraestructura y estímulos fiscales a la pequeña y mediana empresa; a la salud y a la educación.

- El sistema de salud no funciona. Es caro y estimula el gasto, no la salud y el buen uso de los recursos.

- Tan peligroso es un populista de derecha como uno de izquierda y si el país se sigue dividiendo, se puede dar la segunda alternativa.

 

En fin, hay muchos temas de fondo que Biden tendrá que plantear y tratar de resolver junto con los republicanos moderados. Si no, en 4 años estaremos otra vez ante el riesgo de un populista corrosivo que quiera echar por la borda las instituciones democráticas y las libertades para benficio personal. 

Que Trump no haya ganado es un respiro de cordura, pero no es una solución de fondo. La disfuncionalidad estructural y la presión populista se mantienen. Habrá que desactivarlos.

 Podemos aprender mucho, todos, estadounidenses y resto del mundo, de esta elección. 

 

Santiago Roel R

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